No podía esperar a empezara subir algo, así que he hecho una especie de prólogo. Aquí os lo dejo, espero que os guste. Cualquier fallo de escritura hacérmelo saber, por favor =)
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Esta historia empieza en un pueblo de
Hokkaido, Furano, en el año 1999. El cielo estaba despejado y el Sol
iluminaba con fuerza los campos de lavanda de los que tan orgullosos
estaban los habitantes del pueblo. Era 1 de agosto.
En una de las calles del pueblo se
podía escuchar a un grupo de niños alzar la voz, además de los
botes de su pelota. Eran cuatro niños y dos niñas. Entre ellos
habían dos hermanos gemelos, Shu y Hayate. Su cara, idéntica la una
a la otra, se distinguía solamente por un lunar al lado derecho de
la nariz de Hayate y por sus peinados, en lo que Shu era más
refinado y Hayate más informal, pero del mismo marrón oscuro. Ellos
dos eran los mayores del grupo, con diez años. Les seguía por un
solo año de edad Karurosu Ashitaka, que era algo más bajo que ellos
y su pelo, algo despeinado, le caracterizaba por un mechón castaño
que bajaba desde el flequillo hasta la frente. Los siguientes eran
Ryuta Madarame y Kokoro Morimoto. Los dos tenían ocho años y eran
amigos desde, prácticamente, siempre. Ryuta era un chico imprudente y
tenía el pelo completamente alborotado, de color marrón. Ella,
Kokoro, tenía una media melena negra que la hacía parecer en
ocasiones un chico, acorde con su carácter. La más pequeña de
ellas, Shizuka Nohara, solo tenía siete años, pero sus padres y los
de Kokoro eran amigos, lo que les hizo juntarse desde más pequeñas.
Shu, Hayate, Ryuta, Karurosu y Kokoro
estaban jugando al fútbol, por lo que sus voces altas y a veces
chirriantes se escuchaban por todo el barrio. Shizuka estaba sentada
en una de las puertas de las casas de allí, viendo jugar a sus
amigos cuando la pelota se dirigía hacia ella, lo que le puso
nerviosa. Rápidamente Kokoro la desvió y protegió a Shizuka,
tranquilizándole al momento.
La tarde fue pasando en armonía
hasta cierto momento, cuando algo apareció en el suelo de una de las
calles. Los seis niños se dirigían hacia allí para llevar a casa a
Shizuka, quien vivía en la calle de al lado, pero un agujero de lo
que parecía ser energía les hizo caer a un vacío que les dejó
inconscientes. En ese momento estaban viajando a un mundo diferente,
del cual no sabían nada. ¿Podrían estar en peligro? Tal vez, o
podrían estar a punto de empezar una vida diferente en otro mundo.
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¡Un saludo!
